miércoles, 7 de agosto de 2013

Souvenirs

Nos miramos. Yo desde el coche. Ella desde la acera. Se acerca dando saltitos. Sonrío. Parece más joven cuando lo hace. Ya ha llegado a la ventanilla del conductor. Se inclina y noto su cabello cosquilleando en mi brazo apoyado en la puerta. Se me eriza cada pelo del cuerpo. Disfruto del momento, apenas un segundo que me estremece.
Dibuja una sonrisa de labios finos mientras me clava al asiento con sus ojos verdes.

“¿Quieres que te traiga algo cuando vuelva del viaje? –Le pregunto.

“Con que vuelvas entero me basta.” –Me mira divertida. Se agacha para llegar a la altura de la ventanilla y pega su frente a la mía. Los cíclopes se miran, sin pestañear.- “Bueno… tal vez si que quiero que traigas algo”
Desliza su mano por mi mejilla, la enreda en mi pelo, tira suavemente mi cabeza hacia atrás mientras me roba un beso, como si atracase un banco a plena luz del día. Espectacular.

A estas alturas de la historia, creo que me quedé sonriendo, pero no como un medio idiota. Más bien como un idiota entero. Sin remedio ni demasiada salvación.

“Tráete ganas de mí”

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