lunes, 27 de agosto de 2012

Bedtown meeting.



- Mira hacia el cielo. ¿Puedes ver las estrellas? Bien. Dime cuál de todas eres.
+ Soy la que tiene los ojos de miel. Allí, encima de aquellas dos verdes de la derecha. ¿Sabes dónde digo?
Veo por el rabillo del ojo como aparecen dos puntos brillantes en el cielo justo donde señala. Parpadean un poco y se quedan fijas por fin. Sonrío encantado por la magia de la ciudad de los sueños. Podrías hacer que no hubieran distancias con solo desearlo. Desear que aparezcan nuevas estrellas como acababa de hacer ella. O desear que una ráfaga de viento le suelte un mechón de pelo. Lo pienso y ocurre. Sonríe mientras se lo recoge detrás de la oreja. Empieza a mover las manos y mueve las estrellas por el cielo, haciendo que las luces verdes persigan a las de color miel. Le dedico una mirada cargada de significado (¬¬!). Ella ríe.
+ Ooocchei, no siempre me buscas tú. También empiezo yo. Pero solo a veces. –Su intento por parecer ofendida queda desmentido por el guiño que me dedica mientras se incorpora.

Reprimo una sonrisa de pura felicidad. Cierra los ojos y veo que frunce un poco el ceño. Debe estar soñando algo. De pronto, nos envuelve un olor a canela. Ella aspira profundamente y abre los ojos. Me veo reflejado en ellos, a la luz de las estrellas, sentado frente a ella. Me veo como soy, lleno de mis imperfecciones, con mi cicatriz en el labio y mis canas. Me callo mientras pienso que es un sueño, que podría desear cambiar lo que quisiera de mí, igual que yo podría cambiar lo que quisiera de ella: hablar los dos el mismo idioma tal vez... no lo sé. Y sin embargo solo cambiamos lo que nos rodea, las cosas sin importancia: creamos nuevas estrellas, cambiamos el olor de la lluvia por el de la canela, levantamos soplos de viento… Pero me doy cuenta de que es como cuando ves bailar a dos buenos bailarines, cuando son capaces de cargar un movimiento de momentos, sin llegar nunca a tocarse, pero sin alejarse más de unos centímetros. Yo no le toco a ella, y ella no me cambia nada. Como dice la canción, dos gotas de agua, que no chocan por no despertar el huracán que llevan dentro. Es algo precioso. Cualquiera puede verlo. Por eso mismo los dos tenemos tanto cuidado. Porque no sabemos bien a qué estamos jugando, por mucho que agitemos los manuales de reglas delante nuestro.
Pasamos mucho tiempo sentados, mirando al cielo, jugando al escondite entre las estrellas. Pero cuando la noche empieza a clarear, se acerca la hora de volver a casa, de volver tras los mil seiscientos que nos separan. La miro deseando lo único que no puedo soñar, parar el tiempo en el sueño, y tartamudeo el único consuelo que me queda de momento mientras esbozo una sonrisa resignada.
- Parliamo domani?
+ Dai, dai… ‘Notte, patatino.
- Perfecte, na nit ulls de mel.

Despierto por el sol que entra por mi ventana. Parpadeo, sonrío y me levanto. Aún no toca soñar.



sábado, 11 de agosto de 2012

Puedes imaginar


"Puedes imaginar"

¿Sabes qué es hablar con alguien a quien apenas recuerdas haber visto unos pocos minutos en tu vida? Es una mezcla de recuerdos difusos, como fotos pixeladas que intentas aclarar con trazos de tu imaginación. Es algo realmente extraño, esto de la imaginación. Con ver una foto sólo, puedes imaginar como sería el tacto de su piel, si parece suave como el terciopelo, o si su barba te pinchará al posar tu mano sobre ella. Puedes imaginar si sus ojos brillarán como estrellas en la noche, o si su risa será como el sonido de unos hielos al caer en un vaso. Imaginarás que su sonrisa devuelve la luz, y que su mirada tiene el color del cielo, del mar profundo, del bosque en silencio, o de una cucharada de miel. Puedes imaginar cómo sería el ver a esa persona de nuevo, saliendo por la puerta de llegadas del aeropuerto, cargada de maletas, de inseguridad y de nervios. Puedes imaginar cómo cuando te encuentre entre la multitud que se agolpa a la salida de viajeros abrirá los ojos primero, y luego se le disparará una sonrisa de pura timidez, o una media sonrisa que intenta ocultar cuántas ganas tenías de que llegase ese momento. Puedes tratar de imaginar todas las cosas educadas que le dirías por primera vez, incluso cuando sabes que por un momento, tan solo vais a miraros como si no hubiese prisa de nada. Al final, seguramente se te escaparía un precioso “Creía que serías mas alta…” que te hará parecer idiota perdido, pero que hará que ella se ría y que a pesar de todo, hayáis roto esa barrera invisible que os separaba. Puedes imaginar cómo ésta se desvanece, cómo te envuelve su abrazo, y puedes capturar el olor del perfume que se ha puesto antes de salir de casa. Y cuando dejes de abrazarla, sabrás que todas las horas hablando, todas las noches escribiendo han merecido la pena, porque por fin has vuelto a verla, pase el tiempo que pase. No es mezclar sentimientos, desde luego. Es simplemente que aun sin veros, la forma en la que habeis conectado todo ese tiempo os ha llevado hasta ese momento, y lo mejor que se puede hacer, es aprovecharlo en acabar la lista que habéis ido llenando de cosas para hacer juntos. Il tempo vola ;)

http://www.lyricsreg.com/lyrics/sander+van+doorn+ft+mayaeni/Nothing+Inside/